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A lo largo de su carrera, la producción artística de Torres García se caracterizó por la realización, perfección y agotamiento de diferentes ideas plásticas, evolución que también se reflejó en su vasta labor teórica. En este sentido, tras el conocimiento del vibracionismo de su compatriota Rafael Barradas, y tras el desengaño de los conceptos clasicistas del noucentisme, Torres García sufrió una crisis artística que le llevó a concebir que sólo se podía ser clásico siendo actual. Concepción que reflejó en 1917 en el libro Descubrimiento de sí mismo y en el influyente manifiesto Art-Evolució. De esta manera, su pintura paulatinamente se encaminó hacia la abstracción, en la que aunó inicialmente sus conocimientos sobre el cubismo y el futurismo.

Instalado en 1926 en París, donde expuso regularmente en el Salon des Indépendants (1928, 1929 y 1930) y en el Salon des Supérindépendants (1929, 1930, 1931 y 1932), Torres García desarrolló, a partir de 1929, el constructivismo.. En su génesis contribuyó la fundación en París, junto a Michel Seuphor y acompañado por Arp, Mondrian y Vantongerloo, del grupo vanguardista Cercle et Carré (Círculo y Cuadrado). El grupo, al que se unieron más de ochenta artistas -Van Doesburg, Gropius, Kandinsky y Moholy-Nagy, entre otros-, expuso en 1930 y editó tres números de una revista homónima. Por entonces, la influencia del neoplasticismo y del suprematismo contribuyó a que el arte constructivo de Torres García fuera de carácter abstracto, especialmente mediada la década de 1930. Si bien sus obras generalmente no se desprendieron de referencias visuales reconocibles, como se comprueba en la xilografía Sin título.

Entre 1932 y 1934 el pintor se estableció en Madrid, donde dictó conferencias, organizó exposiciones y creó un Grupo de Arte Constructivo -fundado en 1933 y que aunó a pintores como Benjamín Palencia, Maruja Mallo, José Moreno Villa o el escultor Ángel Ferrant-. En 1934 regresó a Montevideo, donde profundizó en el constructivismo, como se atestigua en el dibujo Naturaleza muerta, en el que mediante la compartimentación de diferentes zonas en las que dispone los objetos, normalmente transparentes, anula la sensación espacial. En Montevideo además, fundó la Asociación de Arte Constructivo en 1935 y el Taller Torres García en 1943. Y realizó una buena parte de su labor teórica, entre la que destacan el libro Universalismo Constructivo (1944) y el ensayo La Regla Abstracta (1946), en cuya reimpresión en 1967 se incluyó la xilografía Sin título. (Javier Novo González, 2009)

Bibliografía seleccionada

• Últimas décadas del siglo XIX-primera mitad del siglo XX : de Cézanne a Léger : colección Museo de Bellas Artes de Bilbao [Cat. exp.]. Bilbao, Museo de Bellas Artes de Bilbao, 2009. pp. 146-147, 149, n° cat. 58.