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Este caballo contrahecho y de trazo vibrante es uno de los estudios que Rosa Bonheur realizó para Le duel (El duelo), un cuadro de grandes dimensiones cuyo paradero actual se desconoce y que debido a su éxito fue llevado al grabado por J. B. Pratta. Realizado en 1895, durante los últimos años de su vida, en él se representaba la lucha encarnizada entre dos purasangres que, según su biógrafo Roger-Milès, Bonheur realizó a partir de una obra del escritor francés Eugène Sue, uno de los mayores folletinistas del siglo XIX. En concreto, del relato Arabian Godolphin, publicado por entregas y con gran éxito en La presse en 1838 y que se incluyó un año después en el tomo primero de Deleytar, la recopilación de las obras de Sue.

Dentro de una visión romántica, histórica y legendaria, el relato narra las aventuras y peripecias de un semental árabe llamado Sham, que fue enviado desde Tánger a la corte de Luis XV como regalo del sultán de Marruecos. Las características del caballo árabe, pequeñño y de cuello robusto, no eran muy estimadas en Francia, que preferían las del caballo andaluz para la equitación. Por este motivo, el rey se deshizo de él y en 1730 fue adquirido por el criador inglés de caballos Edward Cooke, que le había descubierto en París tirando de la carreta de un basurero. Cooke se lo llevó a Inglaterra, donde sería también desdeñado ante el blanco y bravío semental de Lord Godolphin, conocido como Hobgoblin.

Uno de los episodios más interesantes del relato, y que sirvió de inspiración a Bonheur, es el duelo entre ambos caballos, con el fin de dilucidar cuál de ellos sería el semental responsable de continuar la descendencia equina de Lord Godolphin. Sham derrocó al titular y de su cruce con la yegua Roxana nació Lath, que fue el mejor de los caballos de carreras de su época, otorgándole la celebridad a su progenitor. Sham, que fue adquirido por Lord Godolphin, de quien tomó el nombre, por su parte, es considerado como uno de los tres sementales creadores del purasangre inglés.

El caballo fue uno de los animales más y mejor representados por Rosa Bonheur, quien con una de estas obras, La marché aux chevaux (La feria de caballos), de 1853, obtuvo el reconocimiento artístico. Tal fue su interés por este animal, que en la venta de su estudio realizada en 1900 se subastaron entre óleos y obras en papel, y sin contar las composiciones, doscientas treinta y seis obras que recogían exclusivamente caballos. Entre estos se encontraban dos estudios para Le Duel (n.º 1659 y n.º 1684), a los que hay que añadirle el presente, que se vendió entre los cuarenta y dos calcos que reproducían equinos. Bonheur empleaba estos calcos para realizar sus composiciones, y, en el caso de esta obra, debió tenerlo muy presente, ya que aún conserva la marca de haber estado clavado en su estudio. (Javier Novo González)

Bibliografía seleccionada

• Roger-Milès, M. L. Atelier de Rosa Bonheur. Paris, Galerie Georges Petit, 1900. vol. II, p. 163.
• Plasencia, Antonio. Catálogo de las obras de pintura y escultura del Museo de Bellas Artes de Bilbao. Bilbao, Imprenta Provincial, 1932. p. 47, n° cat. 176. (Con el título Caballo, y atribuido a Rosa Bonheur)
• Lasterra, Crisanto de. Museo de Bellas Artes de Bilbao : catálogo descriptivo : sección de arte antiguo. Bilbao, Museo de Bellas Artes de Bilbao, 1969. p. 171, n° cat. 4-a. (Con el título Caballo, y atribuido a Rosa Bonheur)
• Ibiza i Osca, Vicent. Obra de mujeres artistas en los museos españoles : guía de pintoras y escultoras, 1500-1936. Alzira (Valencia), Centro Francisco Tomás y Valiente, UNED, 2006. p. 140.
• Dibujos, grabados y acuarelas [del] siglo XIX : de Goya a Benlliure : colección Museo de Bellas Artes de Bilbao [Cat. exp.]. Bilbao, Museo de Bellas Artes de Bilbao, 2007. pp. 58-61, n° cat. 208. (Con el título Estudio de caballo para Le duel, y atribuido a Rosa Bonheur)