Arras - Museo de Bellas Artes de Bilbao

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Arras

Vázquez Díaz, Daniel

Nerva, Huelva, 15/01/1882 - Madrid, 17/03/1969

Aguafuerte sobre papel

75,8 x 56,3 cm (papel) 49,7 x 47,3 cm (huella)

D. Vazquez Diaz (bajo el ángulo inferior derecho de la huella)

c. 1915-1917

Primera mitad de siglo XX

96/7

Donación de don Alfonso Zorrilla de Lequerica en 1996

"París está triste, pero París es siempre París". Con estas palabras se dirigía en una tarjeta postal Daniel Vázquez Díaz a su inseparable amigo, el escritor Juan Ramón Jiménez, desde la capital francesa. Francia había entrado en guerra en agosto de 1914 y, en lo artístico, la ciudad estaba paralizada, tal y como relataba el crítico Leonce Bénédite: "Los museos habían tenido que cerrar, las galerías privadas también, la movilización había afectado a casi todos los hombres. Y, en los primeros tiempos, todos los pensamientos estaban únicamente dirigidos hacia el frente".

Ante esta situación, parece incomprensible que Daniel Vázquez Díaz no regresase definitivamente a España, como sí lo hicieron sus hermanos Moisés y Ezequiel, que por entonces estaban también en el extranjero, o, más aún, el que hubiese vuelto a París tras pasar el verano de 1914 en el País Vasco (a donde justamente se dirigieron otros pintores, como Robert Delaunay, tras el estallido de la contienda). Lo cierto es que el pintor y su familia decidieron no abandonar Francia, aunque durante los años de la contienda militar se hicieron mucho más frecuentes y más largas sus vistas a la Península.

La guerra había interrumpido los momentos de mayor gloria del pintor en la capital francesa. La prensa venía admirándole tiempo atrás como representante de una nueva "école espagnole" y un año antes había conseguido su sueño de ver colgado en el Salon de la Société Nationale des Beaux Arts su lienzo La muerte del torero, éxito que había repetido en la edición de 1914 con el cuadro Los ídolos. El pintor había abandonado definitivamente Montmartre y se había instalado en un estudio de la lujosa avenida Bréteuil y había celebrado en primavera una exitosa exposición, en compañía del decorador Jean Mayodan, en la Galería Boutet de Monvel. A pesar de todo, en la ciudad sitiada, Vázquez Díaz encontró nuevos atractivos profesionales ya que, incluso la guerra, sería también un motivo de inspiración para los artistas. Desde principios del mes de febrero de 1915 surgió una iniciativa artística que, apoyada por la prensa ilustrada (periódicos como Crapouillot y L'Horizon), pretendía plasmar el horror de la guerra por medio del arte y al que se unieron numerosos artistas, entre ellos, Vázquez Díaz, que viajaron al frente. Se llegó a constituir un proyecto, "Les Missions de peintres aux Armées" que, bajo la dirección de Albert Dalimer y apoyado por el Estado francés, envió equipos de artistas perfectamente organizados a distintos puntos estratégicos. Al respecto Bénédite recordaba: "Unos artistas debían estar encargados de reproducir y de conservar la dolorosa fisonomía de las villas mártires: Reims, Soisson, Ypres o Verdun, para transmitir a la posterioridad el testimonio de la barbarie teutona; otros eran dirigidos hacia el frente de éste o aquel ejército, hacia el norte, hacia la Champaña o hacia Alsacia; otros tenían por deber el pintar los espectáculos de retaguardia, los servicios de aprovisionamiento o los servicios de salud; otros más eran enviados hacia los puertos de mar militares o incluso hacia las fábricas fantásticas e infernales, las fábricas donde se trabaja día y noche, sin interrupción, en la enorme producción de material de guerra y de proyectiles de destrucción". El programa establecido por el subsecretario de Estado fue supervisado por una comisión dirigida por H. Valentino, jefe de la división de los trabajos de arte del Estado. El objetivo que se perseguía era, pues, conservar "para el futuro la imagen de un tiempo inolvidable, fijado por los ojos y el cerebro de los artistas, que habría despertado, en plena guerra, su actividad, habría solicitado su inspiración, reanimado la vida y el trabajo en los talleres desiertos". Toda la obra final sería expuesta en el año 1917 en el Museo de Arte Moderno de París.

El "arte de la guerra" acabó siendo también el verdadero protagonista en los salones de París celebrados inmediatamente después de la contienda. En el Salon des Artistes Français de 1919 obtuvieron enorme éxito las vistas dramáticas de la ciudad de Verdún presentadas por Henri Marret y en el Salon d'Automne de ese mismo año, destacó, entre los demás, La Batterie de Maurice Denis.

Las exhibiciones de este tipo de obras provocaron que la crítica francesa constatase que se estaba produciendo un cambio estilístico generacional. M. D. Strohl, desde las páginas de Les Arts, se hacía las siguientes preguntas: "¿La guerra ha disminuido o exaltado los temperamentos? ¿Cuál será su influencia sobre la futura orientación del arte?" -a las que él mismo se contestaba diciendo que, irremediablemente, la guerra significaría un punto y aparte para el arte: "Habrá, sin duda, un Arte de vanguardia y un Arte de posguerra.".

El descubrimiento de un álbum de croquis de Vázquez Díaz en un archivo particular de Madrid en el que existe una referencia al Presidente del Consejo de Guerra, nos informa de que el pintor entró en contacto con los responsables del proyecto. En la prensa, sin embargo, no hemos encontrado su nombre. En cambio, en numerosas ocasiones Vázquez Díaz declaró que había viajado a los frentes de Reims, Verdún y Arras acompañado por el escultor Antoine Bourdelle (del que se conservan también numerosos dibujos de guerra) y a nosotros nos ha llegado un magnífico repertorio de dibujos, una serie de aguafuertes con el título de Las ciudades mártires y otras tres series de litografías tituladas El dolor, Las madres y Los héroes.

Desde antes de afincarse en París en 1906, Daniel Vázquez Díaz había sentido una gran afición por la edición artística. La gran multitud de dibujos de la guerra que luego se convirtieron en planchas y, definitivamente, en grabados y litografías, fueron trabajados en un taller litográfico de la capital francesa con Juan Gabriel Domerge. "Yo estoy trabajando muchísimo -escribe el pintor a Juan Ramón Jiménez en diciembre de 1915-, pronto tendré concluida mi serie de estampas sobre la guerra que se está editando en París. Me reservo una centena de ejemplares para España".

En 1917 Vázquez Díaz participó con cuatro dibujos alusivos a la contienda desde París en la exposición artística a beneficio de los legionarios españoles, inaugurada el 4 de enero en el Palacio de Montijo de Madrid. Pero la gran oportunidad le llegó tras enviar a la Exposición Nacional, entre otras obras, los trípticos Arras-Reims-Verdun e Impresiones de una guerra, por el que fue galardonado con una Medalla de Tercera Clase en la categoría de grabado. Un año más tarde la serie ilustró las páginas de la recién creada revista Los Aliados.

Los aguafuertes Arras, Verdun y Reims conservados en el Museo de Bellas Artes de Bilbao forman parte de la serie Las ciudades mártires, tal y como quisieron identificar los franceses a estas tres ciudades tras la guerra. En ellos no hay triunfadores, sino el dolor y el sufrimiento de las víctimas; la devastación de las ciudades, la ruina de Europa. Con ellos, el pintor nos desvela un nuevo registro, desconocido hasta ahora, que es el trágico, y alcanza, por primera vez con estas imágenes, el grado de lo patético. Por medio de una composición muy pensada y con dominio de la técnica, Vázquez Díaz consigue un profundo dramatismo que, en ocasiones, llega a rozar el expresionismo. "El dibujo es de un verticalidad rotunda -exclamaría el crítico español José Francés ante ellas-; en el claroscuro hay durezas voluntarias que evocan rembranescos contrastes. Ni un solo detalle compensa la contemplación de este agostamiento de la ciudad (...). No se ha perdonado el artista ningún detalle de amargura y de cólera". (Ana Berruguete)

Bibliografía seleccionada

  • Daniel Vázquez Díaz, 1882-1969 [Cat. exp.]. Madrid ; Bilbao, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía ; Bilboko Arte Ederren Museoa-Museo de Bellas Artes de Bilbao, 2004. p. 232.
  • Últimas décadas del siglo XIX-primera mitad del siglo XX : de Cézanne a Léger : colección Museo de Bellas Artes de Bilbao [Cat. exp.]. Bilbao, Museo de Bellas Artes de Bilbao, 2009. pp. 182-186, n° cat. 70.
  • Berruguete, Ana. Daniel Vázquez Díaz, entre tradición y vanguardia [Tesis doctoral]. Madrid, Universidad Complutense, 2015. pp. 125-126, 148, 154, 431, 545, 559-560, 562, il.