Afrodita Urania - Museo de Bellas Artes de Bilbao

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Afrodita Urania

Anónimo. Siglo IV a. C.

Bronce

6,69 x 2,27 x 1,7 cm

Siglo IV a. C.

82/887

Donación de doña Mercedes Basabe, viuda de don Manuel Taramona, en 1943

Figura femenina en pie. Se apoya en la pierna derecha, asentada con firmeza en el suelo, mientras que la izquierla tiene flexionada y cruzada hacia la derecha, con la punta del pie retrasada y apoyada levemente. Se cubre con una túnica fina que deja traslucir la anatomía bajo los suaves pliegues del pecho, y que se ajusta al vientre y la pierna izquierda hasta hacerse imperceptible. Por detrás, la túnica forma un pliegue curvo alrededor de la nuca y se difumina en ondas verticales que dejan apreciar el modede la espalda. El manto le cae por delante en vertical desde el hombro izquierdo y por detrás se cruza hacia la cadera derecha, donde lo recoge con la mano para dejarlo pasar por delante de la pierna. La mano izquierda retiene la caída del manto y le hace volverse hacia la espalda, de modo que deja al descubierto todo el costado de la figura. La cabeza tiene un desgaste muy acentuado que desdibutodas las facciones, sin que pueda observarse ningún detalle del peinado.

Perteneece a un tipo poco extendido, sin paralelos exactos en la estatuaria mayor, en el que se observan caracteres de la Afrodita vestida, derivados remotamente de la Afrodita Urania de Fidias, en versiones de fines del siglo V a. C., como la plasmada en la llamada Afrodita de Este del Kunsthistorisches Museum de Viena, en la que la diosa ya está acompañada por Eros en una postura más relajada que flexiona y adelanta la pierna izquierda para dejar apreciar mejor su anatomía, mientras que el manto queda desplazado hacia la espalda. Esta misma pose y disposición del manto sobre el hombro izquierdo se obseren las figuras helenísticas de musas que proceden de un prototipo con la pierna izquierda cruzada por delante de la derecha y la mano derecha recogiendo en la cadera los pliegues del manto1. En nuestra pieza el escultor ha preferido colocar la pierna izquierda flexionada, pero sin llegar a cruzarse sobre la derecha, con el propósito de dejar al descubierto la máxima superficie del cuerpo de la diosa, cuya finísima túnica está a punto de desvanecerse.

En una delicada figurita de oro que remata un alfiler de Chiusi se encuentra un paralelo exacto de nuesbronce, tanto en la posición de las piernas como en el modo de colocación del manto sobre el hombro y la forma en la que lo sostienen las manos de la diosa, aunque no hay ningún indicio de la túnica, por lo que Afrodita parece mostrarse desnuda. En cualquier caso, la equiparación de ambas piezas es completa en las posturas de los brazos y las piernas, por lo que debe considerarse que el bronce de la colección Taramona-Basabe es una probable obra etrusca del siglo IV a. C. y que responde a una adaptación de la iconografía griega de Afrodita Urania, realizada en un taller etrusco, que no tuvo después continuidad en la plástica romana.

La obra es un buen testimonio de la ambivalencia de Afrodita para representar las dos facetas de la belleza corporal femenina, ligadas a la pureza de su nacimiento y a su capacidad para suscitar el deseo erótico. Los prode Afrodita Urania como los que dieron lugar a esta composición cuidan el recato en la presentación de la figura desnuda y emplean las finas túnicas jonias para dejar perceptible una hermosa anatomía sin llegar a prescindir de las vestiduras. El autor de nuestro bronce era conocedor del concepto y lo expresó adecuadamenaunque tuvo que disponer para ello la vuelta del manto sobre la pierna derecha de una forma incompaticon la existencia de la túnica, que impediría al manto envolver la pierna. En el remate de alfiler etrusco mencionado no hay indicación de la túnica, con lo que la disposición del manto es mucho más aceptable, pero la figura pierde el recato de su carácter. Posiblemente, el uso de esta imagen en el alfiler etrusco se justifica por la relación con un objeto de aderezo femenino, y vincula a la diosa con su aspecto más mundano y carnal en el que la desnudez no plantea incompatibilidad alguna.

Esta observación obliga a considerar que nuestro bronce procede de un modelo que aún mantenía el concepto de la Urania y que tenía una finalidad votiva, para su exhión en un ámbito religioso, mientras que la versión del alfiler de oro se basa en ese mismo modelo, pero tratado ya para un empleo personal y ornamental, en el que se sustituye el sentido religioso por el puramente sensual. (Ramón Corzo Sánchez, 2011)

Bibliografía seleccionada

  • Corzo Sánchez, Ramón. "Bilboko Arte Ederren Museoko antxinako brontzeak : Taramona-Basabe bilduma = Bronces antiguos del Museo de Bellas Artes de Bilbao : la colección Taramona-Basabe = Antique bronze figures at The Bilbao Fine Arts Museum : Taramona-Basabe Collection", Addenda, n° 1. 2011. pp. 93-97, n° 2.