Exposición: Cerdeña indescifrable - Museo de Bellas Artes de Bilbao

Finalizada

24-10-2013 • 12-01-2014

Cerdeña indescifrable

El signo grabado

Salas 33

Con motivo del 2.º Festival Internacional de Grabado –que se celebrará en Bilbao entre el 28 de noviembre y el 1 de diciembre próximos–, se presenta en la sala 33 del museo la exposición Cerdeña indescifrable. El signo grabado, que muestra una amplia selección de trabajos gráficos de diez artistas de la isla italiana de Cerdeña. La exposición ofrece un total de 133 obras de las que 109 pertenecen a cinco representantes de la llamada Escuela Sarda de Grabado –que se desarrolló durante la primera mitad del siglo pasado– y 24 han sido realizadas por otros tantos artistas sardos contemporáneos.

Esta nueva colaboración del museo con el festival es continuación de la que, entre diciembre de 2012 y marzo de 2013, permitió exhibir en las salas del edificio antiguo más de 250 estampas del maestro del grabado Giovanni Battista Piranesi.

La primera parte de esta exposición reúne a cinco grabadores que desarrollaron su actividad entre finales del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX, y cuyo trabajo tuvo amplio eco a través de la participación en diversas ediciones de la Bienal de Venecia. Se trata de Giuseppe Biasi, Mario Delitala, Stanis Dessy, Carmelo Floris y Felice Melis Marini, de quienes se muestra un centenar largo de grabados procedentes de los fondos de los Museos Cívicos de Cagliari. En general, los aguafuertes (grabado a partir de planchas de metal) se aplican para la consecución de los valores líricos del paisaje, mientras que la técnica xilográfica (grabado a partir de matrices de madera) sirve a menudo en las representaciones de tipos sardos, bien en grupo o bien de manera individualizada en retratos penetrantes y realistas que, en ocasiones, se interesan por la descripción de aspectos folcloristas. Todos ellos han reflejado en sus estampas el paisaje y las peculiaridades antropológicas de la isla.

En segundo lugar, la parte contemporánea muestra diversos trabajos de los artistas sardos más renovadores y experimentales actualmente en activo: Veronica Gambula, Vincenzo Grosso, Gabriella Locci, Rosanna Rossi y Andrea Spiga. Las obras de esta sección utilizan indistintamente técnicas tradicionales o experimentales, mezcladas con otros lenguajes como la fotografía o la tecnología digital. También en este caso, los cinco artistas presentan una trayectoria marcada por hitos significativos como su participación destacada en la Bienal de Venecia y en otras convocatorias internacionales. Muchas de estas obras son de gran formato y proceden de los talleres de los propios artistas o de los fondos de Casa Falconieri –centro de investigación sobre el grabado fundado en Cagliari en 1992–, mientras que otras han sido realizadas ex profeso para la muestra.

 

La Escuela Sarda de Grabado (primera mitad del siglo XX)

Giuseppe Biasi (1885-1945) fue el iniciador de la xilografía, o grabado en madera, en Cerdeña. En sus estampas de carácter narrativo representa con interés decorativista tipos, rituales y quehaceres del mundo tradicional sardo. Más épico es el tono de Mario Delitala (1887-1990), cuya producción, especialmente la de tema alegórico, sigue esquemas clásicos del arte del grabado con los que describe, en tono reverencial, un entorno habitado por una humanidad grave y trascendente. Entre sus obras se incluyen también cuatro planchas originales de madera para grabado xilográfico. Stanis Dessy (1900-1986) analiza la realidad a través del uso magistral del contraste entre blancos y negros. Carmelo Floris (1891-1960) se centra en sus xilografías y aguafuertes en la representación de la figura humana, que, a partir de los años cincuenta, trata con suavidad tonal y atmosférica. Por último, Felice Melis Marini (1871-1953) creó en sus planchas paisajes de profundo lirismo y gran maestría técnica. Contribuyó, además, al arte gráfico mediante la publicación en 1916 de un manual sobre grabado titulado L’acquaforte. Manuale pratico (El aguafuerte. Manual práctico).

 

Grabadores sardos contemporáneos

La segunda parte de la exposición da cuenta de la evolución del lenguaje y de la técnica contemporáneos a través de las obras de Veronica Gambula, Vincenzo Grosso, Gabriella Locci Rosanna Rossi y Andrea Spiga. Estos cinco artistas son los mejores exponentes de la actual redefinición del grabado sardo. La estampación tradicional se basa en la realización del grabado sobre un soporte en papel de pequeñas dimensiones, en la producción en serie y en la utilización de un número bastante limitada de técnicas. Sin embargo, los artistas contemporáneos seleccionados para esta exposición trabajan sobre una idea del grabado en la que la variedad de técnicas, solas o combinadas, se ha ampliado enormemente, las dimensiones de la estampa son mucho mayores y la pieza única ha sustituido a la edición en serie. Este afán experimental es particularmente evidente en las obras de Gabriella Locci y Rosanna Rossi.

Veronica Gambula (Carbonia, 1980) está representada con dos obras. En las dos de gran formato un motivo recurrente sirve como unidad básica para realizar grandes composiciones. Al formar parte de una muchedumbre, el minúsculo personaje pierde sus connotaciones narrativas para transformarse en elemento estructurador de la imagen y en metáfora del pulso contemporáneo entre el sentimiento de masa y la conciencia individual. En la otra, con dimensiones de libro, crea sutiles relatos en sintonía con la corriente de representaciones femeninas que surge en la década de 1990 a partir de una figura estilizada y tenue.

Vincenzo Grosso (Nuoro, 1977) centra su interés en el contexto social, con panorámicas urbanas de aire visionario en las que transforma los modernos edificios en apariciones fantasmagóricas. La distorsión de los valores de masa y volumen, el punto de vista bajo, el cielo vacío y la densidad del grabado los convierte en amenazadoras ruinas con las que Grosso denuncia la obsolescencia del poder, representado por la arquitectura.

Gabriella Locci (Cagliari, 1950) cultiva una abstracción basada en la libertad del signo y la energía del gesto que se despliega en formatos muy grandes o en secuencias. La potencia de los negros configura huecos oscuros, iluminados por destellos de luz blanca o por resplandores rojizos. En ocasiones, el negro protagoniza formas compactas, de gran fuerza dramática. En algunas obras introduce, además, elementos narrativos mediante el uso del grabado, la fotografía o la pintura. Cuestiona también la bidimensionalidad de la impresión mediante efectos plásticos que refuerzan la tendencia de la imagen a expandirse en el espacio.

La investigación de Rosanna Rossi (Cagliari, 1937) se centra en la superficie. En sus grabados, al igual que en sus lienzos, cobra protagonismo una pequeña e incesante vibración lumínica. Las propiedades formales de la imagen, la proliferación del signo y la pulsación de la luz-color dan la sensación de querer superar los límites del soporte. En su obra sorprende que el temblor de la luz, que riza el papel en una apariencia de onda, se obtenga por medio de la xilografía, una técnica poco indicada para conseguir efectos tan sutiles.

Andrea Spiga (Cagliari, 1972) adopta como tema predominante de su producción la figura humana, y en particular el rostro, tanto en autorretratos como en retratos, en donde describe los rasgos con un trazo fotográfico, minucioso y analítico. El naturalismo en la ejecución de sus grabados contrasta con la descontextualización y la fragmentación de la imagen. Spiga trata los rostros como si fueran collages, simulando pliegues y superposiciones inexistentes. Esta violación de la integridad del cuerpo y la expresión intensa de los personajes no sugieren, sin embargo, drama o angustia existencial. Al contrario, Spiga consigue anular la presencia individual bajo estas máscaras de rasgos marcados.

En la imagen:
Mario Delitala (Orani, 1887-Sassari, 1990)
Il Ballo di Torpè (El baile de Torpè)
Xilografía
Colección Musei Civici Cagliari, Italia

Contenidos de la exposición: Cerdeña indescifrable

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