Francisco Calvo Serraller Lecture Series

Cuando, después de resucitar, Cristo se apareció a los apóstoles, uno de ellos, Tomás, estaba ausente. “Al señor hemos visto”, le dijeron sus compañeros al volver a encontrarse con él, a lo que Tomás contestó que, si no veía la señal de los clavos y no metía los dedos en las llagas, no creería. Ocho días después, Jesús volvió a aparecerse en medio de ellos e invitó a Tomás a que metiera sus dedos en sus manos y su mano en su costado. Cuando Tomás lo reconoció diciéndole “¡Señor mío y Dios mío!”, Jesús le contestó: “Porque me has visto, has creído. Bienaventurados los que no vieron y creyeron”.

Este curso trata de lo que a lo largo de la historia se ha dibujado, se ha pintado, se ha esculpido, en definitiva, lo que se ha hecho visible para que creyéramos. Desde los frescos de las catacumbas de Roma a las crucifixiones de Francis Bacon, innumerables de las más importantes creaciones de la historia del arte occidental están inspiradas por las ideas, las historias y los personajes contenidos en el Nuevo Testamento. Sin su conocimiento no es posible entender dos milenios de arte, incluyendo buena parte del que no podemos considerar religioso. Este ciclo que completa el que la Fundación dedicó al Antiguo Testamento en el curso 2015-2016, analiza esa influencia de la forma más amplia e integradora posible de mano de relevantes especialistas, nacionales e internacionales, haciendo hincapié en las artes plásticas y las colecciones del Museo del Prado.