Heracles al ataqué con leonté al cuello - Museo de Bellas Artes de Bilbao

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Heracles al ataqué con leonté al cuello

Anónimo. Siglo IV a. C

Bronce

9,94 x 5,1 x 2,26 cm

Siglo IV a. C.

82/880

Donación de doña Mercedes Basabe, viuda de don Manuel Taramona, en 1943

Figura de Heracles en pie. Descansa con firmeza sobre la pierna derecha y tiene la izquierda flexionada y algo vuelta hacia la izquierda, pero también con el pie bien asentado en el suelo con toda la parte delantera de la planta. El torso es corto y de aspecto tubular, con las caderas ensany los pliegues inguinales muy marcados y robustos. La caja torácica se reparte en tres paquetes musculares a ambos lados de un surco profundo que representa el esterón. Tiene el brazo derecho flexionado y alzado hacia arricon el puño cerrado, en el que se conserva el extremo de la clava que estaría tendida hacia atrás. Se cubre los hombros con la leonté, que le cae como una clámide hasta la mitad de la espalda, y se arrolla en el brazo derecho pero sin llegar a representar las patas traseras y la cola del león. El brazo izquierdo está también flexionado y extendido hacia delante, cubierto hasta el puño por la leonté sin que se aprecie si sostenía algún arma. La leonté está anuudada al cuello y los pliegues laterales de la piel se disponen a ambos lados del rostro de Heracles, en forma de solapas verticales. La piel del león cubre toda la cabeza del héroe, sobre la que sobresalen dos protuberancorrespondientes al hocico, que se prolongan hacia atrás hasta más abajo de la nuca como dos crestas. La cabeza de Heracles es pequeña y de forma ovoide, con las facciones grandes y muy marcadas: nariz recta y gruesa, boca entreabierta y mirada dirigida hacia delante.

El gesto de la figura es de movimiento contenido, sin que el cuerpo acompañe aún la dirección del paso que parece iniciar con la pierna izquierda, y el brazo derecho está en tensión, preparado para descargar el golpe.

El tipo iconográfico coincide con el de las otras figuras de Heracles al ataque más reproducidas en los ambientes itáaunque la forma de llevar la piel del león de Nemea anudada al cuello, de manera que la parte de la piel del animal que se une con la cabeza a modo de casco queda a ambos lados del rostro de Heracles en forma de solapas abiertas, es común en bronces considerados de época romana y de aparición muy extensa en otras regiones euroSe observa en ellos un estudio más minucioso del modelado de la musculatura, que los ejemplares itálicos antiguos resumen con evidente despreocupación. Por ello, algunas de las piezas italianas similares se han datado en época plenamente romana, aunque no se aventuran mayoprecisiones, ya que las variantes son muy dispares y en algunas se reconocen resabios del gusto itálico tradicional. En el Museo Samnítico de Campobasso hay un ejemplar de características muy similares2 que se atribuye al "grupo Verona", por su relación con los reseñados anteriormente, pero su estilo se interpreta como protohelenístico, dentro aún de la tradición lisípea. Hay otra pieza de la misma serie en el Museo Arqueológico Regional "Antonio Salinas" de Palermo. La identidad mayor de nuestro ejemplar en estilo y factura se encuentra en una de las piezas del Museo Arqueológico de Verona, reputada como plenacoincidente con otra hallada en Vulci, en un pequeño santuario de Ercole situado cerca de la puerta norte de esta ciudad etrusca, una de las más activas en la producción de pequeños bronces. Es muy probable la identidad del taller en que se produjeron estas piezas y el de nuestra figura, que debería datarse, según estas relaciones, en los últimos decenios del siglo IV a. C., lo que permite admitir la presenya de influjos de Lisipo, aunque muy reelaborados al gusto etrusco. (Ramón Corzo, 2011)

Bibliografía seleccionada

  • Corzo Sánchez, Ramón. "Bilboko Arte Ederren Museoko antxinako brontzeak : Taramona-Basabe bilduma = Bronces antiguos del Museo de Bellas Artes de Bilbao : la colección Taramona-Basabe = Antique bronze figures at The Bilbao Fine Arts Museum : Taramona-Basabe Collection", Addenda, n° 1. 2011. pp. 237-240, n° 34.