Heracles al ataque con leonté sobre el brazo izquioerdo y clava en el derecho - Museo de Bellas Artes de Bilbao

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Heracles al ataque con leonté sobre el brazo izquioerdo y clava en el derecho

Anónimo. Siglo III a. C

Bronce

5,75 x 3,82 x 1,84 cm

Siglo III a. C.

82/844

Donación de doña Mercedes Basabe, viuda de don Manuel Taramona, en 1943

Figura de Heracles en pie. Se apoya sobre la pierna derecha recta y un poco retrasada, mientras que adelanla pierna izquierda flexionada en un gesto de paso contenido. Ofrece un tratamiento genérico de la muscudel torso con un gran surco vertical en la línea del esternón y el triángulo púbico muy definido. En los pecse marcan los pezones con dos pequeñas depresemiesféricas. El brazo izquierdo es corto y se extiende hacia fuera con la palma de la mano abierta para quedar en horizontal con la línea de los hombros. Lleva sobre él la leonté, en la que se representa el pelapor ambas caras con dos filas de surcos convergentes en el centro, que están más desdibujados en la parte posterior. El brazo derecho está extendido y doblado hacia arriba, con la mano cerrada para empuñar el extrede la clava, que se ha roto. La cabeza es globular, de rasgos bien marcados, con la boca grande y entreabierta de gruesos labios, la nariz corta y ancha, y los ojos ovaalojados en dos depresiones enmarrcadas por las cejas. La frente es baja y queda rodeada por un peinado de mechones separados por surcos radiales que parten de la coronilla. Tiene además un grueso ápice piramidal sobre la frente, como el de las piezas precedentes.

Dentro de su relación directa con las restantes piezas del grupo, en este caso se puede señalar un paralelismo más directo con un bronce del Museo Arqueológico Nacional de Parma, que se encuadra dentro de los de estilo sabélico por el tratamiento de la anatomía y las facciones, aunque es difícil reducir el predominio de ciertos rasgos a una zona geográfica debido a la intensa circulación de estas piezas que se ha producido en el comercio anticuario desde el siglo XVIII, y también a que debe considerarse que ya en la Antigüedad las figuritas de Heracles hubieron de recorrer grandes distancias, al menos tanta como los ganados, a cuyo cuidado están unidas sus imágenes. En este sentido, es un buen indicio la aparición de otro ejemplar muy semejante en Chalon-sur-Saõne2, con la misma postura de las piernas y los brazos y el ápice puntiagudo sobre la frente, lo que podría indicar una de las rutas de circulación en Francia del tráfico ganadero procedente de Italia.

Un ejemplar del Museo Cívico Arqueológico de Milán, considerado una pieza intermedia de la evolución de la serie sannítica3, ofrece claras coincidencias en la forma de resumir la anatomía con el debilitamiento de la musy el resalte del triángulo púbico o los pezones, y especialmente en la peculiar disposición del ápice sobre la frente, cuya interpretación se dirige, aparte de a la posible estilización de la leonté, a la relación con el peide Alejandro Magno, cuya característica anastolé podría haber contaminado la imagen de Heracles. Esta relación apoyaría la datación a fines del siglo IV o comienzos del siglo III a. C. de este tipo. (Ramón Corzo, 2011)

Bibliografía seleccionada

  • Corzo Sánchez, Ramón. "Bilboko Arte Ederren Museoko antxinako brontzeak : Taramona-Basabe bilduma = Bronces antiguos del Museo de Bellas Artes de Bilbao : la colección Taramona-Basabe = Antique bronze figures at The Bilbao Fine Arts Museum : Taramona-Basabe Collection", Addenda, n° 1. 2011. pp. 256-259, n° 40.