Cabeza de San Juan Bautista - Museo de Bellas Artes de Bilbao

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Cabeza de San Juan Bautista

Susillo, Antonio

Sevilla, 18/04/1857 - Sevilla, 22/12/1896

24,6 x 54,5 x 41,9 cm

A Susillo (en la hoja del cuchillo)

1891

Final de siglo XIX

82/719

Donación del marqués de Yanduri en 1917

Susillo representó la cabeza del santo de acuerdo a una de las iconografías clásicas dentro de la historia del arte y que tuvo una especial difusión durante el Barroco. En este sentido, tal y como se recoge en el pasaje bíblico del Evangelio de San Mateo (14. 3-12) y en el de San Marcos (6. 17-29), la cabeza de San Juan Bautista se muestra en una bandeja, sobre la cual fue presentada por Salomé a Herodes Antipas. Durante la España barroca, así como en buena parte de Europa, la cabeza cercenada del santo normalmente se representaba sangrante, y su realismo se encontraba en sintonía con los valores de piedad religiosa surgidos con la Contrarreforma. Sin embargo, a pesar de la rudeza inherente a la representación, Susillo se desprendió de lo sanguinolento y representó al rostro del santo lleno de serenidad, con la cabeza reposando sobre una bandeja circular contorneada con una cadena símbolo del prendimiento del santo y apoyada, a su vez, sobre la espada cimitarra con la que ha sido ddecapitado. Por su parte, el aspecto amable que presenta la figura, se contrapone con su ejecución plástica, en la que los movidos y afiligranados relieves característicos de Susillo dotan de dinamismo a la pieza, la cual, incluso, presenta las marcas del trabajo manual que el artista realizó sobre el original, posiblemente un barro cocido.

Por otro lado y según la dedicatoria que consta en el filo de la espada A D. P. ZUBIRIA, la obra fue realizada por Susillo para el bilbaíno Pedro Salustiano Florencio de Zubiria e Ybarra. De familia de industriales, Pedro Zubiria, nacido en Bilbao en 1862 y muerto en Sevilla en 1921, era hijo de Cosme Zubiria Echeandia y de Prudencia Ybarra Gutiérrez de Cabiedes y tuvo como hermano a Tomás de Zubiria, que fue presidente de la Sociedad Española de Construcción Naval y de la Sociedad de Altos Hornos de Bizkaia, entre otros cargos importantes. La presencia de Pedro Zubiria en Sevilla, donde en 1891 se fundió al bronce la obra del Museo según consta en otra inscripción, se puede explicar por el hecho de que en Andalucía se había afincado una rama de su familia. En concreto, su abuelo, el conde de Ybarra, era dueño en Sevilla de varias residencias y el propio Zubiria acabó afincándose definitivamente en la ciudad andaluza. Allí, en 1893, contrajo matrimonio con Teresa Parladé y Heredia (1869-1933), hermana del conde de Aguiar, José Parladé y Heredia, y del pintor y futuro conde, Andrés Parladé y Heredia (1859-1933), la cual era, a su vez, tía del propio Pedro Zubiria. En este sentido, su matrimonio se ha explicado con relación a las alianzas de conveniencia tan comunes en la época, y que en este caso, afectó a dos poderosas familias relacionadas con la banca y la metalurgia.

A partir de 1900, la obra probablemente se albergó en el palacio que el matrimonio levantó en el antiguo solar de la Casa de los Vicentelo en Sevilla. Convertido ya en marqués de Yanduri, cuyo título nobiliario le fue concedido por Alfonso XIII mediante Real decreto en noviembre de 1914 , Pedro Zubiria donó Cabeza de San Juan Bautista al Museo de Bellas Artes de Bilbao en 1917 en cuyo trasladó sufrió algunos desperfectos, en un gesto acorde al altruismo y apoyo cultural y social de los marqueses. [Javier Novo González, 2008]

Bibliografía seleccionada

  • Bengoechea, Javier de. Catálogo de arte moderno y contemporáneo del Museo de Bellas Artes de Bilbao. Bilbao, Banco de Vizcaya, 1980. p. 172. (Con el título Cabeza de San Juan Bautista).
  • De Goya a Gauguin : el siglo XIX en el Museo de Bellas Artes de Bilbao [Cat. exp.]. Bilbao, Museo de Bellas Artes de Bilbao, 2008. pp. 411-413, n° cat. 85.